sábado, 11 de mayo de 2013

¿Es la filosofía algo inútil?


Últimamente, con la LOMCE, se están planteando este tipo de cuestiones.

En efecto, lo es. Absolutamente. La filosofía es tremendamente inútil. En un sentido económico, la filosofía no aporta nada al mundo. Un ingeniero de la NASA puede ser igual de buen ingeniero sin tener ni idea de quienes eran Platón o  Nietzche. Pero... ¿A caso no somos algo más que eso? Se supone que nos forman como personas, no como máquinas productoras para este sistema en el que vivimos.

Después de dos años cursando esta asignatura, lo menos que puedo hacer es alarmarme por el tipo de gente que nos gobierna, realmente creen que la filosofía es inútil. La otra opción es que sepan que sí que aporta mucho, y en ese caso es todavía menos positivo, lo único que pretenden es que seamos todavía más ignorantes. Personalmente, creo que he aprendido muchas cosas.

Este año, con Platón, he aprendido que el conocimiento lo forma las relaciones entre ideas, que algo por separado no tiene valor. Que salir de la oscuridad, de la caverna, requiere su esfuerzo, que es algo que debemos hacer gradualmente y que en ocasiones conllevara sufrimiento. Que la sociedad en la que cuyos gobernantes estén menos ansiosos por serlo será necesariamente la que mejor viva, que curioso. La importancia de la educación.

Con Aristóteles, que los extremos no son lo deseado, que la virtud está en el “justo medio”, y que sólo podré alcanzar la felicidad desarrollando lo que es propio para mí, la razón. Que  para conocer algo debemos fijarnos primero en las causas, a no juzgar sin conocer lo que hay detrás. Que el mundo está en movimiento, y que todo esconce una potencia, algo que puede llegar a ser.

Con Descartes, que sólo debo fiarme de lo que sea “claro y distinto”, de que las cosas no deben decirse dando rodeos, que hay que presentar la verdad de forma evidente. Que antes de dar algo por hecho hay que pararse a pensar, hay que analizar lo que se presenta ante nosotros, a no aceptar y dar por verdadero todo. A no dejarme manipular, o por lo menos a intentarlo.

Con Hume, que lo que conocemos no es el mundo, sólo representaciones de él. Que al final, sólo somos un conjunto de impresiones e ideas, y que a veces hacemos relaciones forzadas que no siempre son verdaderas… Que si vemos muchos patos negros a veces podemos sacar la terrible conclusión de que todos los patos son negros.

Con Kantito, que el verdadero conocimiento será el que se apoye en la razón y la experiencia, que estas dos por separado no tienen ningún valor.  Que cuando aprendemos, nosotros también ponemos nuestra parte, que el sujeto conocedor no es pasivo. Que nuestra naturaleza siempre nos llevará a hacernos preguntas como que si existe Dios, pero que no podremos contestarlas.

Y en cuanto a Marx, que para ser felices debemos hacer lo que nos gusta. Que somos entes sociales, y que lo propio es vivir en sociedad. Que nuestra esencia es algo externo, que debemos realizarnos trabajando, que por muy perezosos que seamos, que yo sea,  sólo podré autorrealizarme haciendo cosas, trabajando.  Y que somos lo que el mundo hace de nosotros,  que a partir de las relaciones de producción se nos define la cultura, la religión…

Lo he dicho muy por encima, hay muchas más cosas que sacar de este curso (y no dije nada del año pasado), pero no quería hacer algo muy largo. Además, creo  que con esto ya se puede decir que he sacado algo provechoso de este curso, y esa es la idea que quería transmitir.

Quitando la obligatoriedad de esta asignatura en segundo de bachillerato, un curso con bastantes cosas que hacer, y siendo una materia a la que hay que dedicar bastante tiempo, sólo van a provocar que muchos jóvenes pierdan algo que les puede enriquecer mucho.

PD: Óscar, te hago esta entrada para que veas que aunque parece que no te hacemos caso nunca, lo que haces sirve para algo. 

jueves, 9 de mayo de 2013

Dogville


Dogville es una película del año 2003 dirigida por el danés Lars Von Trier. Tengo que decir que aunque empecé haciendo esta entrada por obligación (Óscar, te odio), después de ver la película es todo menos eso. Puedo decir que no me dejó en absoluto indiferente.


Desde el punto de vista puramente estético, el escenario de la película es más propio de una obra de teatro que del cine. Apenas hay decorado, toda la acción transcurre en un mismo lugar, el pueblo de Dogville, donde ni siquiera hay casas “físicas”, sólo son líneas blancas pintadas en el suelo. Debemos ayudarnos de nuestra imaginación para imaginarnos las calles, las fachadas… Pero esta escasez de medios no perjudica para nada a la película, es más bien al contrario, te centra en lo que verdaderamente importa: los diálogos y los personajes. Así, el director nos muestra que la genialidad no reside en unos escenarios grandiosos ni en contar con un gran presupuesto.

El argumento está desarrollado en forma de cuento, dividido en capítulos, con un narrador de voz suave de fondo. La película empieza con la llegada a un pequeño pueblo estadounidense, Dogville, de una joven llamada Grace, interpretada por una genial Nicole Kidman, que huye de un grupo de gangsters. En cuanto al eje temporal, la acción sucede en los años 30, en plena depresión americana. Una vez allí, la bella fugitiva se encuentra con Tom, el hijo de un médico jubilado, un filósofo-escritor que la ayuda a ocultarse en el pueblo, convenciendo a los vecinos para que la protejan, al menos durante un periodo de prueba de dos semanas (que se alargará muchos meses). Grace, a cambio, trabaja para ellos.  Pero según pasa el tiempo, y en Dogville aparecen carteles de la policía para encontrarla, sus habitantes exigirán cada vez más de Grace, para que les compensen el peligro que corren al darle cobijo. Así, aprenderá, de una forma brutal, que la bondad en el pueblo es algo muy relativo.  Poco a poco, los maltratos que sufre son cada vez mayores, todo tipo de violaciones, tanto físicas como espirituales. El final es brutal: cuando los habitantes de Dogville, todos, hasta Tom, que era algo así como el novio de Grace, quieren deshacerse de ella, llaman a los gangsters que la perseguían. La gran sorpresa es que el jefe de todos ellos es su padre, que no quiere hacerle daño, sólo llevarla a casa. Después de todo lo sufrido, ella decide vengarse del  pueblo entero y ordena una matanza.


Este pueblo que nos muestra Lars Von Trier es un pueblo mezquino, sin piedad, un pueblo que servirá como metáfora de la naturaleza humana. Todos los habitantes, desde el médico hipocondríaco hasta el ciego que simula ver, están en contraposición de la bella y frágil Grace, que simboliza la generosidad, la inocencia, el amor… "otro humanismo”, ellos se comportaran siempre de forma cobarde, hipócrita y codiciosa. Creo que uno de los grandes temas de esta película es que el mal puede crecer en cualquier parte, si se dan las condiciones necesarias. Más que un código moral, lo que guía a la gente es lo que el grupo concreto al que pertenece establece como bueno o malo, la culpa no quita el sueño. Así, cualquier decisión que beneficie al conjunto puede maquillarse con palabras, lo importante es que suenen razonables…
 
Esto choca con el emotivismo ético, que defendía que la moral está basada en el sentimiento que causa en nosotros, de forma nada racional. Está claro que los habitantes del pueblo no actuaron bien con Grace, pero ellos no lo saben, porque creen que sus actos están justificados. Siempre consideran que están en su derecho, desde el caso de la maestra, que piensa que merece un castigo, hasta el del transportista, que debe cobrar una deuda. El único criterio de comportamiento es la satisfacción del mundo individual. Sin embargo, en el extremo totalmente opuesto está Grace. A pesar de haberse criado en un mundo en el que el crimen está a la orden del día, ella lo rechaza, y escapa del lado de su padre.


Podríamos dividir la película en tres partes: la acogida de Grace, el abuso de ella y finalmente, el castigo a Dogville.



La acogida, realizada por Tom en un principio, podría ser interpretada en términos de la ética deontológica: lo que motiva al protagonista es el deber, defender una vida y una dignidad sería obligatorio para Kant. Sin embargo, el viejo prusiano puede que no estuviera del todo  de acuerdo con lo que el escritor hizo, ya que para ello tuvo que mentir: algo insalvable en cualquiera de los casos. Desde otro punto de vista, el utilitarista, mentir es algo indeseable, pero en ocasiones como esta, en las que provocan mayor beneficio, sería aceptable. 


En el abuso, se sigue una lógica que podríamos llamar "de mercado": cuanto mayor sacrificio, mayor contribución. Esta idea, también podemos relacionarla con el utilitarismo, en el sentido de evaluar las circunstancias de un acto para obrar en función del beneficio o perjuicio de él. Y aquí es donde podemos encontrarnos el primer conflicto moral: la moneda de cambio, no es algo abstracto y sin vida como es el dinero, es una persona: Grace. Pero es que es esto lo que ella representa para el pueblo, un cuerpo disponible para utilizar según los intereses particulares de cada habitante, cosificándola.  Además... ¿Es equiparable lo que está haciendo Grace por el pueblo y lo que éste hace por ella? En realidad, el enorme sacrificio del pueblo es mentir cada vez que las autoridades preguntan por la fugitiva, algo que era igual el día que decidieron acogerla... Pero aún así, aunque ella lo esté pasando mal, aporta bienestar al conjunto del pueblo, por lo que para un utilitarista puede que en Dogville no se esté actuando tan mal, al fin y al cabo (la mayor felicidad para el mayor número). Al contrario, para mi querido Kant no, ya  que cada hombre es un fin en si mismo y no el medio para los fines de otros. 





En cuanto al final, me parece muy revelador el momento en el que Grace y su padre hablan de la arrogancia. Él, le dice que no le gusta que le llame arrogante porque es ella la que más arrogante es. ¿Por qué? Por perdonar a las personas, ya que siempre ha disculpado todas las malas acciones que la gente ha tenido con ella, ha comprendido que no era culpable de actuar mal, si no que era víctima de su destino. Pero su padre le dice que no hay mayor arrogancia que permitir el mal, no saldar las deudas con justicia, ya que aunque hay que ser comprensivo y clemente, no se puede serlo siempre. Así, ella se da cuenta de que no hay ninguna razón justificable para que la hubieran maltratado, y decide usar las mismas normas que se impone a sí misma para con los demás, y al final, pide que acaben con todos y cada uno de ellos, pasando de ser un ángel a un demonio, porque no puede salir nada bueno de allí, dejando vivo sólo al perro animal.  ("Hay una familia con niños...Que los maten primero y que la madre lo vea. Que los maten uno a uno y que le digan que pararán si pueden controlar las lágrimas.") Pero aun así, hay que puntualizar que la moraleja de la peli no es "Oh si, debemos matar a todo el mundo, todo el mundo es malo malísimo, tiro en la cabeza".

La maldad de la película no es una maldad irreal o caprichosa, sólo hay que pensar en los innumerables actos de violencia física o moral que se ha practicado (o se practica) a lo larg o de toda la historia de la humanidad, contra toda persona que se haya considerado inferior (negros, judios, musulmanes...). La protagonista se encuentra en una posición semejante, los habitantes de Dogville son sus dueños. En definitiva, el poder sobre un individuo corrompe. 

Por otro lado, creo que la película también tiene muchas más cosas, hace una especie de crítica a la democracia (el consenso de un grupo puede ser realmente muy injusto) del estoicismo, de la maldad y no inocencia en la infancia, de como algo que en un principio es innecesario puede convertirse en indispensable.... Pero no me voy a enrollar más.


En definitiva, Dogville me ha parecido un peliculón, y tengo que confesarlo: hasta que los mafiosos no le reventaron la cabeza al niño insoportable no estuve tranquila, maldito crio. Y al horrible Tom también. 




lunes, 1 de abril de 2013

Superman

Nietzsche fue un filósofo alemán que vivió durante el siglo XIX, y que es considerado uno de los más influyentes pensadores de toda la filosofía contemporánea.
 En esta entrada, voy a hablar sólo de una de las partes de su obra, la de su concepción del llamado "Übermensch", traducido normalemente como "superhombre" o "suprahombre". Todas las especies dan lugar a algo superior, y al igual que el simio tiene al hombre, el hombre tiene al superhombre. Nietzsche creía que no había una moral universal, si no que había una moral de señores y otra moral de siervos. El superhombre, como es obvio, es aquel que tiene una moral de señores, es un hombre que asume su poder y crea sus propias normas, que toma sus decisiones y no se arrepiente de ellas, que crea su propia moral. No es alguien que se pueda reconocer por su clase social ni por su raza, si no por esto último, porque rechaza la moral de los esclavos, del rebaño (la humildad, la obediencia...), detesta la conducta de la mayoría, ama la vida, es creador y dueño de si mismo, y sobre todo, es un espíritu libre.

En relación con esto, voy a comentar un poco una de las películas de Alfred Hitchcook: La Soga. Está basada en una obra teatral de Patrick Hamilton, y trata sobre el estrangulamiento de un joven a manos de dos de sus compañeros, que influenciados por su profesor de filosofía (supongo que es de filosofía, aunque en la obra no se menciona de que es), quieren  llegar a ser superhombres, creando sus propios valores y menospreciando los establecidos por la sociedad. En mi opinión es muy buena, y a pesar de que los hechos transcurren todos en un mismo espacio, nunca es aburrida, y tiene unos diálogos muy interesantes. Todo el ambiente, me recuerda mucho al cuento del Corazón Delator de Poe. Tienen el cuerpo de la victíma en un arcón sobre el que sirven la cena, y dan una fiesta a la que invitan a los padres y la novia de David, el asesinado, con su cadaver en la sala. La verdad es que Nietzsche sale muy mal parado en esta película, supongo que porque acababa de pasar la Segunda Guerra Mundial, y la malinterpretación de sus ideas estaba bastante reciente.  
Hitchcook utiliza además la homosexualidad para realzar la depravación moral de sus protagonistas, porque aunque nunca la expresan realmente, es algo que se deja caer durante toda la película. Especialmente al principio, después del asesinato, cuando  hace un increible paralelismo con una posible relación sexual al decir Philip algo como "¿Qué sentiste?" o "Quedémonos así un momento."  En relación con uno de los aspectos más importantes con los que define Nietzsche al Übermensch, la de que ama la vida con toda su intensidad, está la siguiente afirmación dada por Brandon: "La pasión de matar puede satisfacerte tanto como la pasión de crear...Estamos vivos, real y maravillosamente vivos."
 La distinción entre seres inferiores y superiores aparece muy clara en muchos diálogos, por ejemplo, en esta frase de Brandon:  "Los davids de este mundo casi no ocupan un lugar en el espacio. Por eso era la víctima perfecta para un crimen perfecto. Y además no había conseguido su graduación en Harvard de modo que resulta un homicidio justificado." (El estrangulado se llama David...) 
Creo que los protagonistas de la película (o los nazis, sin ir más lejos), no hicieron más que utilizar las palabras de Nietzche en su propio beneficio, para justificar su crimen, como dice al final  el profesor. En mi opinión, nadie tiene derecho a atreverse a decir que es superior que otras personas, ni mucho menos acabar con la vida de nadie simplemente por considerarle inferior, es algo así como autoconvertirse en Dios. 

Todo el tema del superhombre me recuerda a más por ejemplo, a Crimen y Castigo, la gran obra de Dostoievsky (aunque fue escrita sin la influencia de Nietzsche), en la que un joven,Raskolnikov, que se cree más allá del bien y el mal, mata a una vieja ursurera. Para Raskolnikov, hay dos tipos de seres humanos: los superiores y los inferiores. A pesar de ello, después del asesinato enferma por un grave sentimiento de culpabilidad y se entrega a la policia.

PD: EL HONOR LANNISTER SIGUE EN PIE. Y no es tan corta y pega. 

jueves, 28 de febrero de 2013

EMOTIVISMO MORAL


La  ética de Hume es totalmente coherente con toda su obra y su teoría del conocimiento. Deja de un lado la razón, y se centra en los sentimientos, que serán el eje central de los juicios morales, al contrario de lo que sostuvieron la mayoría de los pensadores anteriores,  oponiéndose rotundamente al intelectualismo moral. Esta última, es por ejemplo la que defendió Platón en Atenas, ya que para él para ser buenos, debemos conocer la idea de bondad.
La moral de Hume parte del sentimiento que la virtud o el vicio causa desinteresadamente en nosotros. Para él, el bien y el mal no son características intrínsecas de los actos, simplemente corresponden con los sentimientos que albergamos respecto a estos actos. En nuestra voluntad no impera la razón, son los sentimientos, principalmente el placer y el dolor morales. Por ejemplo, cuando realizamos una buena acción, cuando le atamos los cordones de los zapatos a Carmen Alonso, tenemos una sensación de placer desinteresado, ya que realmente esto no nos causa nada bueno a nosotros (Carmen Alonso no te va a atar los cordones de los zapatos a pesar de haberlo hecho tú). 
En definitiva, Hume habla de la pasión como una esclava de las pasiones,ya que la única garantía de la moralidad es el sentimiento común de simpatía hacia las buenas acciones. Porque el escocés creerá que hay un sentimiento moral básico común a todos llamado humanidad, un sentimiento positivo por la felicidad del género humano y resentimiento hacia su miseria. 
Toda esta teoría, servirá de base para que un siglo más tarde John Stuart Mill desarrolle el utilatirismo, ya que lo que nos dice Hume, es basicamente, que lo que buscamos no es más que una utilidad, en el sentido de lo que buscamos con nuestras buenas acciones no es más que este sentimiento agradable.
Sin embargo, aunque encuentro toda esta teoría muy interesante, no puedo estar enteramente de acuerdo con Hume. Aunque me gustaría, no creo que exista esta "humanidad" según la cual para todas las personas el asesinato es algo negativo y el heroísmo algo positivo, ya que opino que esto no es más que un producto de nuestra educación y la sociedad en la que vivimos.

ÓSCAR, JURO POR MI HONOR DE LANNISTER QUE LA ENTRADA DE MARZO LA HAGO ANTES DE LA ÚLTIMA SEMANA. Y ESTA VEZ DE VERDAD. UN LANNISTER SIEMPRE PAGA SUS DEUDAS (Y YO SOY TYRON <3) .




jueves, 31 de enero de 2013


No estoy muy segura de cómo ha ocurrido, pero de repente en vez de estar  buscando información sobre la obra de Henry James, estaba delante de un trozo de Por qué no soy cristiano de Bertand Russell y como es una crítica de todos los argumentos sobre la existencia de Dios…

Lo que nos cuenta este antiguo conocido, es, básicamente que es ateo y por qué.  Según el argumento cosmológico, Dios debe existir porque debe haber una causa: la causa primera (como el Primer Motor de Aristóteles). Pero Russell lo rechaza porque si puede existir algo sin causa (Dios), lo que no tiene causa también puede ser el mundo. Luego está el argumento teleológico, que consiste en que el universo está diseñado, todo está hecho para que podamos vivir en él… y ¿qué sentido tiene que si existe un Dios omnipotente y todopoderoso con millones de años para perfeccionar el mundo, cree cosas como el Ku Klux Klan? Critica muchos más argumentos, como el de la Ley Natural, o los morales. Por ejemplo, el hecho de que mucha gente vea necesaria la existencia de una divinidad como remedio de la injusticia, ya que esto sería más bien el argumento para la no existencia de Dios, por la falta de justicia en el mundo.

Al final, a la conclusión que llega Russell (y que comparto)  es que la religión se basa en el miedo de la gente a la muerte y a lo desconocido, la necesidad de las personas de sentirse protegidas y tener la sensación de que en la vida les acompaña una presencia que cuida de ellas.

Dios


La existencia de Dios es uno de los temas que más quebraderos de cabeza ha dado a toda la humanidad,  por lo que no han sido precisamente pocos los filósofos que han intentado dar argumentos ontológicos convincentes ( esto es un razonamiento que empleando únicamente la razón, demuestre que Dios existe).

En primer lugar, es importante comprender el concepto de Dios. Los atributos divinos que se le confieren normalmente son, principalmente:
-        La eternidad, aunque  hay dos interpretaciones, la de que existe en el tiempo de todos los tiempos, y la de que directamente existe fuera del tiempo.
-        La omnipotencia, aunque ya de por sí plantea otro dilema: ¿Es capaz un ser omnipotente de ponerse reglas a él mismo? ¿Es capaz Dios de crear una piedra tan pesada que él mismo no pueda levantar?
-        La omnisciencia, que también nos dificulta el hecho de que los seres humanos seamos libres, ya que si conoce perfectamente toda la realidad, todas nuestras acciones ya están dadas de antemano.
-        La bondad, aunque no es un término muy claro.

Se considera que el primer argumento ontológico fue propuesto por el medieval persa Avicena, aunque el más famoso es sin duda alguna, el de Anselmo de Canterbury, que explica que el mero concepto de Dios ya implica su existencia, porque al ser la entidad más perfecta posible, si no existiera, poseería una imperfección y caeríamos en una contradicción.  Muchas críticas existen para este razonamiento, y desde mi humilde opinión, pienso que no es válido, ya que el paso que Anselmo hace de lo ideal (su imagen perfecta de Dios) a la realidad, no está realmente justificada, ya que no son dos realidades homogéneas, en la línea de lo que decía Gaunilión.


Más tarde, muchos otros filósofos han construido los suyos, como Descartes, Spinoza, Hegel o Leibniz.


No voy a hablar de Descartes,(creo que está bastante claro lo que decía mi querido amigo Renato después de haber hecho el test hoy), pero sí que lo voy a hacer de uno de sus compañeros racionalistas: Spinoza.
Estuvo muy influenciado por el filósofo francés, aunque rechaza una de sus principales teorías: si una substancia es algo que existe por sí mismo, no puede después hablar de tres substancias diferenciadas. Para él, sólo hay una: Dios. El argumento ontológico que da de su existencia, es básicamente, que su propia esencia implica su existencia.  No es un dios dotado de personalidad, si no que sólo es un ser libre que crea por voluntad algo distinto de sí, siguiendo su propia naturaleza. Todo lo existente, es él mismo, la diversidad de objetos del mundo no son más que los infinitos atributos de Dios.  

He encontrado un texto precioso que habla del Dios de Spinoza (y es de Spinoza), y voy a incluir unos fragmentos:
Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que  quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. (…)  Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad  fuera algo malo (…) Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar.  Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias…  de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? (…) Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero  te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única  oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. (…)No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti.


PD: Soy consciente de que no es una entrada grandiosa como la que tenía en mente, pero al final lo volví a dejar para el último día y tengo más cosas que hacer, para la próxima será querido Óscar.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Otras filosofías helenisticas


Sin duda alguna, las corrientes más famosas de esta época fueron la cínica, la estoica o la epicúrea. Pero no son las únicas, y aquí hablaré un poco de otras no mencionadas en los apuntes que nos da nuestro inigualable profesor Óscar Sánchez.

Cirenaicos:

La escuela cirenaica fue fundada por Aristipo de Cirene  (un discípulo de Sócrates) en el siglo V a. C, emparentada con la escuela cínica, y se ocupó principalmente de la ética. Aristipo defendió el placer como el bien superior (no sólo el placer físico, también el espiritual), viendo la felicidad humana como sinónimo de librarse de toda inquietud. El principal argumento para esta defensa del placer, es que todos los animales buscan espontáneamente el placer y huyen del dolor.

Para él, lo importante es saber adaptarse a las circunstancias, defendió el ideal del autodominio de nuestros instintos y el ejercicio de la autosuficiencia para poder disfrutar de todos los placeres a nuestro alcance. Diógenes el cínico le calificó como un "perro leal".

Además, los cirenaicos defendieron que sólo puede accederse al conocimiento a través de los sentidos, y que no hay más conocimiento que el individual

Pirronismo

El pirronismo o la escuela eséptica comienza con Pirrón en el siglo III a. C, quien en sus primeros momentos, acompañó al gran Alejandro Magno a la India, siendo nombrado -al regresar- por sus conciudadanos como sacerdote principal de Elis, su lugar de origen.

 Los escépticos pirrónicos tenían como principio el poner en duda todo cuanto fuese dado generalmente como verdad.

Eclecticismo

El eclecticismo se desarrolló en Grecia a partir del II a. C, intentando sintetizar la filosofía clásica anterior a los presocráticos, Platón y Aristóteles. 

Los pensadores romanos, que nunca llegaron a desarrollar una filosofía propia, se inclinaron hacia esta corriente, como por ejemplo, Cicerón.

Esta filosofía consiste en escoger, sin principios determinados, puntos de vista, ideas y valoraciones entre otras escuelas haciéndolas compatibles de una manera coherente, combinándolas y mezclándolas.


Hoy en día suele entenderse por “actitud ecléctica” la de los pusilánimes e indecisos.

PD: Feliz año